Los de Saldaña despidieron el año 2015 dejándose la piel en el campo, luchando los noventa minutos, dando la cara, entregándose siempre y en todas las zonas del campo, poniendo sobre el césped una idea de fútbol de sufrimiento que demuestra que trabajan bien por la semana y contrarrestando con ilusión todas las adversidades que presentaba el equipo rival y el propio partido.
Cuando a los quince minutos de partido Ahmed sufrió junto a la banda izquierda una entrada tremenda en falta muy peligrosa y no pasó nada, el partido entró en una dinámica de fuerza y presión que a lo mejor no se merecía. Pero con fuerza y presión el equipo de El Prado aguantó bien el primer tiempo, hasta que a falta de un minuto para el descanso trenzó una bonita jugada por la izquierda y marcó un tanto de bella factura.
En el segundo tiempo Hoyo continuó jugando con el mismo espíritu y sobreponiéndose a todo. Lo mejor de los verdes fue creer en ellos mismos. Las adversidades tampoco los frenaron y por ello merecieron un mejor resultado. Volvió a estar genial Iván en sus intervenciones en el uno contra uno, y de tanto arriesgar, en un contragolpe llegó en el 86 el 0-2. Ni con ese tanto bajo la guardia Hoyo y en el 88 acortó distancias con un precioso tanto de Víctor Navarro.
En la última jugada, según el reloj del árbitro, el balón no quiso entrar por tres veces, pasando al final por encima del larguero. Una pena que suma. Las penas como estas también suman porque demostraron que ante un equipo que aspira a subir de categoría la derrota no fue merecida, ni mucho menos.
Jugaron muy bien por Hoyo: Iván, Berges, Nodal, Ignacio Díaz, Ahmed, Diego Vélez, Alejandro Pardo, Manu Carnicero, Víctor Navarro, Verdú y Alvarito. También lo hicieron Jorge Jiménez, Pablo García, Juan Morote y Javier Campo.
JB
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