Antonio y Elena eran su hermanos, hijos los tres de Lucía y Agapito. Familia siempre dedicada a la venta de carnes. Paco se dedicaba a la ganadería, tenía venta de leche, almacén y además tenía camión y furgoneta en los que transportaba de todo un poco pero principalmente ganado y piensos. Al morir muy joven su hermano Antonio, en el año 1964 tuvo que ocuparse del negocio familiar, la carnicería situada en la calle Hurtada. Dicharachero, guasón y divertido despachaba la carne a la mayoría de hoyenses con buena conversación que hacía larga la espera y el tiempo hasta que llegaba el turno. En 1988 cerró la carnicería y Paco siguió entonces con su gran afición: el ganado. Los animales vivían en fincas con buenos pastos para comer y se criaban sanos para luego poder vender bien la carne. De esta crianza y trato del ganado ha salido la buena carne que se come en la Sierra de Guadarrama.
En los años 90 construyó la plaza de toros de Hoyo La Capellanía, que en fiestas locales y en alguna otra ocasión Paco alquila al Ayuntamiento para la celebración de los festejos taurinos. También como empresario urbanizó Los Herrenes, unas fincas de verdes pastos para montar a caballo situado en la carretera de Colmenar Viejo.
Y así le han ido llegando los años en los que el trabajo ha pasado a segundo plano. Ahora tranquilo en casa cuida con cariño de su esposa Eugenia.
M.B.
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