Los viajeros de los autobuses 611 y 611A de Larrea que cubren el servicio Madrid-Torrelodones-Hoyo de Manzanares están que trinan por los continuos retrasos y la escasez del servicio. Además en horas punta ni se ponen refuerzos ni se presta un servicio de información in situ. La modificación de los horarios, lejos de resolver el problema, ha empeorado la situación. Así que los pasajeros reclaman que el Consorcio de Transportes de Madrid y los Ayuntamientos afectados tomen medidas para solucionar este grave problema.
Por ejemplo, los viernes a partir de las 15,00 horas se producen largas colas hasta las escaleras mecánicas, como hoy mostraba la fotografía y el video en el intercambiador de Moncloa. Curiosamente era prácticamente la única cola que había en el módulo B.
El autobús 611 de las 15,15 ha aparecido ocho minutos tarde y se ha llenado enseguida, dejando a muchos pasajeros en la parada y provocando discusiones entre ellos por volver a la cola. Detrás le esperaba el 611A de las 15,20, que no ha abierto las puertas hasta que no se ha ido el anterior, y detrás el 612. Si hubiera aparecido algún controlador se hubiera agilizado la entrada, pero parece ser que solo están para ver si los coches van llenos. Eso es al menos lo que preguntan al conductor por teléfono o cuando desde la esquina interior preguntan por señas como ha ido el servicio. Nadie da la cara.
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