Siguiendo con el ciclo de testimonios organizado por la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Hoyo de Manzanares, el pasado domingo 4 de junio el joven ruso, Dimitri habló de sus altibajos en su relación con Dios.
Con un infancia difícil en un orfanato cercano a la capital rusa, Moscú, este joven fue adoptado por una familia española junto con su hermana. Los años de su niñez han marcado su vida y su rebeldía, pero siempre ha sido muy religioso y Dios ha estado junto a él ayudándole hasta en los malos momentos. Así lo contó en una tarde de domingo en la Parroquia de Hoyo, hablando de sus experiencias a lo largo de los años, los más convulsos, los de su adolescencia. Ahora más maduro y estable tiene la confianza y la fe puestas en un Dios cercano que le acompaña en su vida y también en María a la que reza y pide ser un buen católico que ofrece su testimonio a los demás.
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