Comenzaba la jornada dominical con la visita de Hoyo de Manzanares a un campo que no se le da muy bien últimamente. Esperaba el Siete Picos: Quinto clasificado en la tabla, al acecho de los puestos de ascenso. Ver clasificación.
El choque empezó, como muchas veces esta temporada, con un gol tempranero en contra. Al centro de un córner, Pau Echarri metió un cabezazo espectacular para alojar el balón pegado al palo, donde nunca llega el portero. Pero los verdes (como otras tantas veces esta temporada) reaccionaron y lo hicieron a tiempo. En un pase precioso de Vasco a la espalda de la defensa apareció Mario para dejar solo a Navarro, que remató a placer y se estrenó esta temporada. A los pocos minutos, otra vez Vasco, sacando rápido una falta, dejó solo dentro del área a Berges, que con la calma necesaria puso el pase de la muerte que otra vez cazó Navarro. Campaba el 25’ y había remontado el partido. Hoyo, fiel a su estilo, controlaba bien el juego con transiciones y moviendo el balón de un costado a otro.
La segunda parte fue más imprecisa, más intermitente. Los locales dieron el arreón al principio, y durante 10 minutos encerraron a los hoyenses. En una de las acciones polémicas, Vasco se quedó solo ante el portero, y cuando solo necesitaba cargar la pierna para empujarla, fue pisado. El desenlace fue: tarjeta para el 10 ante el estupor de todo el campo. Después, el partido entró en punto muerto, con un equipo visitante enfocado en encontrar alguna contra o pelota a la espalda, y los colmenareños abriendo las bandas con un juego mucho más directo. Así se llegó al frenético y extraño final. Otra vez superando a la zaga, tras un error en el despeje, el defensor del Siete Picos, Alejandro Gutiérrez cometió una necesaria falta que le costó la expulsión. Por fin, en el 84’, tras varios rechaces a la salida de un córner, Vasco, protagonista de principio a fin, encontró el remate que parecía poner calma en el marcador, 1-3. A partir de aquí, todo fue una locura. Tras el saque de centro, los locales consiguieron botar una falta, que Juan de la Merced alojó en la mismísima escuadra, 2-3. Quedaban apenas 5 minutos, pero todavía quedaba mucho partido. El ambiente se calmó y todo pareció volver a la normalidad. Hasta que, en una de las acciones más inverosímiles que se han podido ver (y que solo suceden en categorías regionales), el colegiado indicó una falta indirecta dentro del área a favor del Siete Picos , sancionando al portero por protestar cuando tenía el esférico en su poder (en una de las miles protestas que hay todos los días), no existiendo ni menosprecio ni insulto, lo que le supuso la cartulina amarilla. Con Hoyo colgado del larguero, se sacó la falta, que tuvo que pegar en un jugador, de rebote, para que acabara entrando, poniendo el 3-3. La rabia y la impotencia después de lo sufrido durante el encuentro, se adueñó de los hoyenses, que lidiaron con la expulsión de su guardameta, esta vez sí, por airadas protestas (y sin mediar insultos, como también refleja el acta). Acabó el encuentro con Mario de portero y con los ánimos muy calientes por la, como mínimo, controvertida decisión arbitral.
Hoyo pecó de no cerrar el partido en condiciones y el mal sabor de boca del polémico final, que pudo costar caro a los serranos. El equipo concluye que se escapan 2 puntos, lo que habla muy bien de la ambición y el hambre de este grupo, que sigue haciendo su pequeña y humilde historia. Día para olvidar e intentar convertir esa rabia en 3 puntos en el siguiente encuentro, también fuera de casa (donde los de Pepón solo han cedido un empate), contra el Juventud Sanse. Los verdes ya llevan el doble de puntos que el año pasado a estas alturas.Jugaron por Hoyo: Córdoba, Orcajo, Raúl, Álvaro, Berges, Caco, Diego, Mario, Vasco, Riki y Navarro. Entraron de refresco: Néstor, Carlos, Diego y Malavé.
Arbitraron el encuentro: Alejandro Medina, y sus asistentes Santiago Álvarez e Iván Arribas.
Crónica: Pablo Berges
Fotos: Fernando Giráldez
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