Nada menos que ocho toros fueron toreados en la corrida celebrada en Madrid en honor de Nuestra Señora del Hoyo, organizada por la Cofradía del mismo nombre, muy pudiente por aquellos años del siglo XVIII. La curiosa historia nos la cuenta Juan Manuel Blanco y empieza así:
"A través del libro de Alberto Clavero sobre la historia de Hoyo de Manzanares, sabemos que la cofradía de Nuestra Señora del Hoyo tenía “muy decentes fondos en casas y censos existentes en Madrid; también tiene muy buenas alhajas de plata, oro, vestidos de la Virgen y (de) la Iglesia, de los que la mayor parte son donaciones hechas a dicha Imagen y se han apropiado los congregantes”. Esta información la da el cura párroco en su respuesta al cuestionario del cardenal Lorenzana en 1786. En dicha respuesta también se dice que, aunque la parroquia estaba bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, en la iglesia existía una imagen muy antigua de Nuestra Señora del Hoyo, en la cual la Virgen se aparece a un carretero en la copa de una encina, cuando iba a cortarla.
En dicha respuesta, también decía el cura párroco que la imagen había sido “bastante célebre y de mucha devoción para los pueblos circunvecinos, singularmente en el siglo pasado [XVII] y hasta cerca de la mitad de éste. En Madrid se erigió una Congregación o Cofradía, compuesta de muchos vecinos, y algunos muy distinguidos títulos de Castilla, que venía todos los años a rendirle religiosos cultos el domingo después de la Natividad de Nuestra Señora [8 de septiembre].
Enlazando con esta información, se ha localizado la narración de la corrida de toros celebrada en honor de Nuestra Señora del Hoyo, en el Memorial Histórico Español, colección de documentos, opúsculos y antigüedades que publica la Real Academia de la Historia (Tomo XIII, Madrid, Imprenta Nacional, 1861).
La narración de la corrida de toros dice así:
“Ayer lunes tuvieron ocho toros; hubo cañas de los cofrades de una imagen de Nuestra Señora del Hoyo, que está a una legua de aquí, que por devoción la corren todos los años por este tiempo. S. M. [Felipe IV] gustó de ver cómo lo hacían, y se lo avisaron y fueron de cañas más de ciento con sus vestidos negros, cabos de varios colores; conforme a las cuadrillas, sus bandas y plumas. No quedó rocín en el torno que no saliese. Hicieron su entrada como acostumbran; corrieron maravillosamente y jugaron sus cañas con gran destreza, y los caracoles fueron muy particulares y hechos con grande gala, y salióles tan bien la fiesta, que dudo que los cortesanos de mayor punto lo harían tan bien, después de muy bien ensayados. Los toros fueron muy valientes; uno de los de las cañas se dejó rejonear; hizo buenas suertes, y a lo último un toro la hizo en su caballo y rodó muy contra su voluntad. Yo la tendré siempre de servir a V.R.”, (página 418).
Juan Manuel Blanco es un estudioso de la historia de Hoyo de Manzanares. En diciembre de 2017 impartió una conferencia sobre el cuadro "La cacería de jabalíes en El Hoyo" y en noviembre de 2018 nos contó el caso del robo en la Iglesia de Nuestra Señora del Hoyo.
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