El radón es un gas invisible, inodoro, insípido que se filtra a través de grietas en los cimientos y en los sótanos y se difunde en el aire. Generalmente se produce por desintegración del uranio en zonas graníticas y puede provocar cáncer de pulmón. Para reducir los niveles de radón en los hogares, se recomienda ventilar la vivienda, abriendo las ventanas de ambos lados de la casa para generar corriente; evitar el paso del radón a los hogares, cerrando las puertas de acceso al sótano; sellar grietas en paredes y suelos; instalar un sistema de succión del radón en el subsuelo o incrementar la ventilación en el subsuelo a través de un sistema de ventilación forzada.
El geólogo Ángel Sánchez Malo repasó las características más importantes del gas radón en una conferencia celebrada el pasado 22 de noviembre en el Centro de Cultura, dentro del ciclo de Conferencias de Otoño de Hoyo de Manzanares.
En la fotografía, José Luis Soriarno, responsable de las Conferencias de Otoño, y Ángel Sánchez Malo.
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