Ha fallecido Rita Márquez Caldera, a punto de cumplir los 100 años

Hoy ha fallecido Rita Márquez Caldera, a la edad de 99 años, faltaban  cuatro meses para que llegara su centenario. Estuvo casada con Antonio Bargón, ya fallecido, y es madre de Juani y Martín,suegra de Mercedes y abuela de Nuria, Juan Antonio y Juan Carlos.

Ha sido durante muchos años Hermana Cofrade de la Hermandad del Santísimo y la Virgen de Hoyo.

Sus restos reposarán en el tanatorio de Hoyo desde las ocho de esta tarde hasta las 15,45 horas de mañana en que serán enterrados en el cementerio municipal tras un responso a pie de nicho.

Cosas de Hoyo transmite sus condolencias a esta gran y querida familia. 

Rita Márquez Caldera nació en Alburquerque ( Badajoz) el 14 de diciembre de 1923 y se casó con Antonio Bargón en 1949. Un par de días después de la boda Antonio se marchó de jornalero y la luna de miel tuvo que retrasarse y esperar ocho días hasta su regreso. Hacía paredes y se desplazaban a las fincas donde les llamaban y volvían a casa cada ocho o diez días a por comida y ropa limpia. Eran trabajos duros de aquella época. Y en esa búsqueda de trabajo llegaron a Hoyo en esos años en los que había una buena oferta para todos porque el sector de la construcción estaba en auge. 

Rita, hija de padres carniceros, llegó con su marido y su hijos Martín y Juani y y aquí se quedó para vivir el resto de su vida. Ahora tiene también tres nietos nacidos en Hoyo. Además de trabajar en todo lo que se podía, jardines, construcción, etc., también fueron guardeses de una de las urbanizaciones que en esos años se desarrolló como un sitio ideal para vivir y sobre todo para veranear. Era la urbanización El Berrocal, una de las primeras en construirse en Hoyo.

Rita, mujer inquieta, menuda, ágil trabajaba de limpiadora en algunas casas de los veraneantes que empezaron a llegar a Hoyo en esos años, pero por poco tiempo. Mientras su marido y sus hijos trabajaban, ella se dedicó a su familia y su quehaceres de ama de casa. Además en sus años de juventud había estudiado en su pueblo corte y confección y ese conocimiento le ha servido para estar siempre dispuesta en echar una mano a coser trajes para los carnavales y otras necesidades de su hija, amigas y vecinas.
Mujer tranquila con buena cabeza y una grata sonrisa, hace ya unos cinco años que se quedó viuda pero vive sola en su casa, pasea por el pueblo, asiste a misa y hace la compra siempre bajo la atenta mirada de sus hijos. 

Texto publicado en el calendario de Hoyo de hace unos años, escrito por Marisa Baelo.