El bosque, por tanto, no sirve sólo como inspiración para el movimiento, sino también para el diseño de iluminación, de vestuario y por supuesto la composición musical. Todos los elementos están íntimamente relacionados bajo este concepto para introducir al espectador en un viaje sensorial, un recorrido que le permita perderse dentro de él. Como expresa José Pablo Polo, compositor musical e intérprete:
“Probablemente escuchar sea, de entre todas nuestras facultades, la más traidora. Mientras el conjunto de cosas que podemos ver y tocar se nos presentan como una certeza, o como algo presente sobre lo que configuramos nuestra realidad, el sonido es algo efímero, transitorio, un recuerdo de algo lejano. Adentrarse en un bosque es enfrentarse a esta incertidumbre, dialogar con una serie de sonidos que nos perturban debido al desconocimiento del origen de su fuente emisora. Esta inmersión hacia lo desconocido es el punto de partida de la composición musical para El bosque: una orquestación en tiempo real de un paisaje sonoro de naturaleza eléctrica, casi bioluminiscente, que conduce al espectador por senderos que palpitan, laberintos que resuenan con el peso de la gravedad de un sueño profundo del que no podemos despertar.”
Ficha artística:
Dirección y coreografía: Mario Bermúdez
Bailarines: Catherine Coury, Marilisa Gallicchio y Mario Bermúdez
Música original: José Pablo Polo
Diseño de iluminación: Mamen B. Gil
Producción: Marcat Dance S.L.
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